ROCÍO

Carlos G. Velasco. Escuchar esta canción me recuerda inevitablemente a ese gran genio tan poco valorado dentro de nuestras fronteras que es Carlos Saura.

Me recuerda a sus películas de los 70, esa 'Prima Angélica' que el reprimido protagonista (grande José Luis López Vázquez) rescata de su enmarañado recuerdo de guerras civiles, deseos prohibidos, malas educaciones y existencias pasadas sin pena ni gloria.

Más al hilo de lo que cuenta la canción, Saura volvió a rescatarla en 2004 para la personal adaptación que hizo de los crímenes de Puerto Hurraco en 'El séptimo día'. En ella, Victoria Abril (espléndida y brutal) es una solterona de pueblo que se viste de novia todas las mañanas mientras escucha esta canción. Un traje de boda que nunca pudo vestir puesto que la dejaron plantada en el altar. Un hecho que no ha olvidado y que desencadenará una tragedia todavía mayor.

Es esta una canción que no puede disimular el paso de los años.

Unos años que pasan inexorablemente para todo y para todos.