domingo, 4 de noviembre de 2012

CORREAS EN LA CABEZA



Isaí Escalada. Las mulas tenían razón. También tenían razón los perros que mordían. No era tan raro que te pusieran correas en la cabeza. Lo importante es que sucedieran cosas, las que fueran.

De la novela Hotel Astoria, de Pedro Zarraluki.