Isaí Escalada. En Rochefort las chicas visten con grandes sombreros y los marineros suspiran por las chicas de sus sueños. En sus engalanadas calles de tonos pastel, la gente canta y baila en una gran coreografía, donde no es extraño cruzarte con las pizpiretas Catherine Deneuve y Françoise Dorléac buscando el amor en cada esquina. En este edulcorado pueblo la banda sonora la compone el gran Michel Legrand e incluso las malas noticias de los periódicos te hacen reír. En Rochefort todo el mundo viste con colores chillones, todo el mundo ríe, todo el mundo canta y todo el mundo baila. Eso sí, no es un lugar apto para diabéticos; allí hay gominolas por todas partes y las nubes saben a algodón de azúcar.
Muy buen rollo me ha dado ver en pantalla grande Las señoritas de Rochefort, rodada por Jacques Demy en 1967. Pese a los años, es una película que no ha envejecido del todo mal y que inevitablemente hace que salgas del cine viendo la vida en tonos pasteles, demasiados incluso para mi gusto, y tarareando sus canciones. Así voy a pasarme yo este domingo. Mi fa sol la mi re, re mi fa sol sol sol re do…
Qué bien un pastel. Me topé ayer con una de esas personas a las que podría calificar de idiota y espero que a lo largo del domingo la haya eliminado de mi mente. Voy a buscar la pamela.
ResponderEliminarUna reseña estupenda para avivar mis recuerdos...una Catherine Deneuve jovencisima.
ResponderEliminarUn abrazo.
Después de regalarnos la vista y los oídos con la música y ese agradable idioma francés, no puedo resistirme a abrir la caja de chuches. Uhmmm, delicioso.
ResponderEliminarBesos a pares.
La verdad es que algunas cosas no cambian y aunque parezca que esto está sacado de otro tiempo (y lo está) si la moda se empeña, va a parecer más vanguardista que actual... ya lo verás!. Un beso y me ha encantado.
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