jueves, 15 de septiembre de 2011

ENCARNI. IN MEMORIAM


Isaí Escalada. Desde el primer día que llegó al piso, hará dos navidades, supo ganarse toda nuestra atención. Enseguida nos acostumbramos a su presencia y a sus exigentes cuidados, preocupándonos en todo momento porque tuviera agua que absorber y sacándola todos los días a la ventana para que le diese el sol y se pusiera grande y hermosa.

Hubo un tiempo que así fue. Hubo un tiempo en la que tuvo buen aspecto y en el que sus bocas se multiplicaban y expandían alrededor de la maceta, siempre acechantes a pequeños insectos que poder saborear. Era reconfortante llegar a casa de la calle y comprobar si alguna de esas pequeñas bocas había cazado alguna nueva presa, pudriéndose posteriormente para nutrir y alimentar al resto. Se había convertido en un pasatiempo más, como otro cualquiera, así como pronto Encarni, la planta carnívora, se convirtió en una más de la familia, al igual que el pez Ramiro, que falleció poco después de saborear las mieles del éxito.

Ahora Encarni ha seguido sus pasos y se ha marchitado, sin haber modo alguno de que vuelva a recuperar su estado de lozanía y frondosidad. Sentimos un hondo pesar. Toca pensar si la sustituimos por unas semillas de perejil u otras de hierbabuena.

5 comentarios:

  1. Difícil es rellenar esos vacíos, pero te proponemos adoptar un camaleón que te consolará con sus colores cambiantes y será un buen insecticida. A ver si hay más suerte.

    Besos a pares.

    ResponderEliminar
  2. Habrá que gestionaros una Encarni II. Pobriña... Descanse en paz

    ResponderEliminar
  3. mejor conseguid un cactus, o algo del pelo, que las cosas delicadas os duran una mierda

    ResponderEliminar
  4. Ufff...menudo susto me habiais dado... y a lo hecho pecho...perejil!!!...yo pondría perejil!! ;D

    Besos.

    ResponderEliminar